Acción civil/Introducción

Hace cerca de 20 años diversas iniciativas de participación ciudadana comenzaron a transformar el mapa político y social de nuestro país. En el proceso, las personas y las comunidades se han constituido en agentes de la transformación de su propio entorno, en constructores de cambios que, a su vez, les transforman a ellas mismas, en lo individual y en lo colectivo.

Así, poco a poco se ha configurado una ciudadanía actuante que interviene en cada vez más temas de la agenda pública y desde diversas perspectivas conceptuales. Ello ha generado diversas formas de acción, de conciencia y de conocimientos, que permiten decir que hoy vivimos en el tránsito de la democracia representativa a la democracia participativa.

Se han dado grandes pasos hacia ese rumbo. Nuevas leyes e instituciones comenzaron a establecer otras formas de relación entre gobernantes y gobernados, en las que los primeros han perdido el monopolio del poder. Sin embargo, el trecho por recorrer aún es largo. Las condiciones de existencia de buena parte de la población mexicana distan mucho de poder considerarse vida digna, y la capacidad real de la mayoría de gente para decidir sobre el curso de las acciones gubernamentales es mínima, cuando no inexistente.

Este pequeño manual fue elaborado con la idea de facilitar a las comunidades del país la transformación de sus condiciones de vida mediante la participación ciudadana. Para escribirlo recurrimos a la revisión de leyes y decretos, de lo que han escrito diversos teóricos y activistas, y a la experiencia de personas que han logrado cambios considerables en sus entornos inmediatos.

Tómese, pues, como una aportación, como propuestas basadas en experiencias que han funcionado y en concepciones teóricas de los más diversos autores. Sabemos que cada comunidad genera sus propias formas de hacer las cosas, y que en la acción define por sí misma su metodología y la conceptualización de su actuar. Sabemos que es un instrumento inacabado, pero también estamos conscientes de que un proyecto de este tipo es, finalmente, inacabable.