Ponemos sobre una sartén vieja en desuso los pimientos morrones rojos y verdes a asar y conforme los tengamos asando los metemos en una perola con objeto de que suden, es decir que aprovechando el calor que tienen y el vapor la piel se le pueda desprender mejor. Los dejamos de un día para otro.
Pasado este tiempo le quitamos la piel y las pepitas, con ayuda de los dedos los vamos haciendo tiras finas que cortaremos por la mitad.
Cocemos los huevos y los cortamos en rodajas.
Cuando acabemos esto se le pone un poco de caldo que han soltado, el aceite y el vinagre.
Machacamos un ajo junto con el orégano, con un poco sal gorda, se lo ponemos a los pimientos y mezclamos muy bien.
Le ponemos las rodajas de huevo.
Nota :
También queda estupenda la ensaladilla si le picamos perejil fresco por encima.