Gestión del conocimiento/El Conocimiento/El conocimiento y la organización
El conocimiento, está jugando un papel decisivo en todo proceso de crecimiento económico: la inversión en intangibles está creciendo mucho más rápidamente que la inversión física; las firmas con más conocimiento presentan mayores ventajas competitivas y las personas con más formación obtienen, en general, mejores remuneraciones. En consecuencia, todo hace pensar que los actuales cambios no se reducen a un ámbito parcial de la economía o a un sujeto económico en particular, sino que es una transformación global que afecta tanto a las pautas por las que se rigen las modernas economías en su conjunto, como a las transformaciones en el seno de las empresas y de la sociedad.
Hoy en día el factor que más produce cambios en las organizaciones es el poder que han adquirido los clientes que en la actualidad esperan que hagamos las cosas a la manera de ellos y no como a la organización le gustaría y se le facilitaría. Esto facilitó la entrada en el mercado de los productos, que aunque se producen en una línea, pueden ser personalizados a la manera del cliente. Este nuevo esquema en el entorno empresarial y social nos obliga a repensar el modelo administrativo tradicional, “burocrático”. Se aprecia ahora que las decisiones sean tomadas más rápidamente, entonces son los empleados de la primera línea quienes están responsabilizados de eso. Los empleados que están cara a cara con el cliente, quienes deben actuar con suficiente autonomía y responsabilidad apoyados en una estrategia básica que les permita decidir por los altos directivos de la empresa. (HELGESEN, 1996)
El modelo administrativo debe cambiar el anterior paradigma de “dirigir y controlar” a un modelo que permita “facilitar y capacitar”. Helgesen afirma que se debe cambiar el esquema fordista de “un trabajador sin mente, que no tiene responsabilidad o poder de decisión, que sólo cumple con una descripción de funciones que le han entregado previamente y es controlado por un supervisor de mirada vigilante”. Sin embargo, para Drucker, esto está cambiando rápidamente. Cada vez más organizaciones se sustentan en la información, se transforman a sí mismas en organizaciones basadas en la responsabilidad, en la que cada miembro debe actuar como el que toma decisiones responsables. En otras palabras, todos los integrantes deben verse así mismos como "ejecutivos".
El modelo gerencial de Ford se basa en la producción masiva que se acelera con la especialización de tareas productivas y la división de los procesos que facilita el desconocimiento del producto total por parte del operario. Sin embargo, cuando el modelo económico cambió, se incrementó la competencia, la investigación dentro de las organizaciones, hay mayor influencia por parte de los clientes, ciclos de vida de los productos más cortos y cambios tecnológicos continuos y acelerados este modelo resultó insuficiente. (PWHC, 2000, <En Línea>)
El paso de una economía industrial a otra basada en el conocimiento implica, necesariamente, importantes consecuencias para las organizaciones empresariales. Cada periodo de desarrollo económico se corresponde con una tipología de empresa concreta que responde al entorno macroeconómico en que se desarrolla. La respuesta a este nuevo entorno supone la transfiguración de las tradicionales empresas en empresas basadas en el conocimiento. Debido a la novedad del concepto no existe una definición clara y homogénea con características particulares y precisas de este tipo de empresa. A pesar de ello es posible realizar una aproximación a sus características.
La empresa del conocimiento no es una empresa inscrita en un sector específico, es una organización que desea apoyar su desempeño en la generación de nuevos conocimientos para mantenerse en el medio e innovar. Es por esto que entiende que el recurso humano (Sus personas) no son por lo general un recurso, sino una parte integral del proyecto organizacional que se ve alimentado por la capacidad que tenga el empleado de buscar nuevos conocimientos y aplicarlos en función de la organización y la sociedad. (ARBONÍES, 2001)
Por consiguiente, es posible afirmar que las empresas, los sujetos económicos y la economía en su conjunto se enfrentan a una transformación global de sus planteamientos, consecuencia del desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación. Estos avances han contribuido a que el conocimiento sea considerado como un nuevo recurso, generador de importantes ventajas competitivas.
La aparición de la economía basada en el conocimiento supone que la capacidad de una empresa de crear valor ya no depende exclusivamente de su capacidad financiera y de producción. Se viene constatando desde hace algunos años que la información y el conocimiento son una fuente primordial para la creación de renta y de riqueza. No es de extrañar entonces que empiecen a ser necesarias políticas adecuadas para lograr una buena gestión del conocimiento.