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Latín/Capítulo 3 Las unidades lingüísticas y los casos

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La doble articulación

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Las lenguas naturales destacan entre todos los sistemas de comunicación por una característica estructural propia :la doble articulación, el hecho de que su código esté construído en sus dos últimos níveles de análisis por dos procesos de distinto tipo, dos modos de articulación distintos.

El 1er modo de articulación articula la lengua en signos, en el sentido que dio Saussure a este término de unidad provista de significante y significado: permite segmentar las palabras (provistas de significante y significado) en morfemas (también con dos caras).

El 2º modo de articulación reduce los elementos primarios de una lengua natural a unas pocas docenas, permitiendo descomponer el significante fónico de un morfema (no un morfema) en los fonemas que lo constituyen. Este segundo modo de articulación parte de significantes y obtiene significantes, y se caracteriza por utilizar unidades de una sola cara, unidades monoplanas.

La 2ª articulación existe también en el plano del significado: el significado de un morfema se articula en unidades monoplanas de significado, “semas”.

Los morfemas

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El morfema es el elemento mínimo de la gramática, un signo elemental que no puede ser descompuesto en otros signos. Cabe considerarlo el límite de la gramática y del 1er modo de articulación.

Se le puede clasificar utilizando varios criterios : el significado (morfemas léxicos / morfemas gramáticales), la necesidad (morfemas nucleares / morfemas afijales), la naturaleza gramátical (morfemas flexivos / morfemas derivativos), la posición (prefijos / infijos / sufijos) o las posibilidades de aparición en la cadena (libres / liugados).

Las palabras

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La palabra está constituída por dos o más morfemas. Pero hay palabras mono-morfemáticas (una unidad puede estar formada por un solo elemento del tipo inmediatamente inferior).

Como unidad la palabra presenta como subtipos las clases de palabras, cuya clasificación se lleva a cabo sobre todo con criterios funcionales que agrupan las palabras según las funciones que pueden realizar en las unidades superiores.

Se suelen considerar 8 clases de palabras:

• Sustantivos: Significan entidades reales o imaginadas. En latín tienen como accidentes gramáticales caso, género y número, y se declinan. El caso es un accidente gramátical característico del latín y el griego, por el que nombres y adjetivos incorporan información acerca de su funcionamiento sintáctico. Igual que en español los morfemas –o / -a indican en muchos nombres género, y el morfema –s plural, en latín los nombres presentan un morfema final (desinencia) distinto según su función (Sujeto, C.D., etc. ...). El conjunto de todas las variantes de un nombre o de un adjetivo (el nombre o el adjetivo con todos sus morfemas de función posibles) constituye una declinación ( o un paradigma). Todos los nombres que comparten la misma serie de morfemas finales pertenecen a una misma declinación. Sintacticamente los nombres funcionan como núcleos de frases nominales.

• Adjetivos: Significan cualidades. Presentan caso, género y número, pero condicionados por el sustantivo al que modifican. También se declinan.Su función sintáctica es la de modificador del núcleo de una frase nominal.

• Verbos: Expresan acción o estado. Tienen como accidentes gramáticales persona, número, tiempo, modo y voz. Se conjugan. Funcionan sintacticamente como núcleo de una frase verbal.

• Adverbios: Como los adjetivos expresan cualidades.No presentan accidentes gramáticales, son invariables. Funcionan como modificadores de verbos (núcleos de frases adverbiales en función de complemento circunstancial), adjetivos (modificador de frase adjetiva) o adverbios (modificador de frase adverbial).

• Preposiciones: Significan relaciones. También son invariables. Funcionan como “directores” de un “término” en frases preposicionales.

• Conjunciones: También significan relaciones y son invariables. Se utilizan entre dos unidades lingüísticas, (dos frases, dos oraciones) para sumarlas o subordinar una a otra.

• Pronombres: Tienen significado gramatical de distintas clases (identificar la persona gramátical, hacer referencia a algo aludiendo a su proximidad a una de las personas gramáticales, enviar hacia atrás en el texto ...). Tienen caso, género y número y declinación. Funcionan como núcleos de frases nominales, como los sustantivos.

• Interjecciones: Tienen significado puramente emocional. Son invariables. Equivalen a oraciones completas.

Las palabras de la misma clase pueden sustituirse unas a otras, establecen “relaciones paradigmáticas”, que también se conocen como “relaciones en ausencia”, porque cada palabra en teoría puede ser reemplazada por cualquiera de la misma clase, no presente en el texto. A esta “relación paradigmática” de cada palabra con términos ausentes, se oponen las “relaciones sintagmáticas” que mantiene con las demás palabras con que se relaciona efectivamente en el texto, (con palabras presentes), por ejemplo a través de la concordancia.

Cualquier texto está formado por palabras. Y las palabras de una lengua pertenecen a un número limitado de tipos o de “clases” que comparten rasgos morfológicos, semánticos y sintácticos comunes.Y también podrás formar algunas frases y mensajes cortos con la palabras.

Los casos del latín.

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Nombres, Adjetivos y Pronombres presentan seis casos, cuyo nombre y caracterización procede ya de los gramáticos griegos y latinos.

Nominativo

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Es un morfema que indica capacidad para funcionar como

- Sujeto Agente de un Verbo Activo - Atributo / Predicado Nominal con un Verbo Copulativo - Sujeto Paciente de un Verbo Pasivo.

Puede que el nominativo (“caso que nombra”) se comporte más bien como un apelativo simplemente sobreañadido al enunciado. La estructura del enunciado indoeuropeo se caracteriza por la expresión conjunta de sujeto y verbo: ambulat, provisto de una desinencia –t de 3ª persona, significa “él camina”. Añadir un nombre en nominativo (DOMINUS AMBULAT) no es más que adherir a esa marca de Sujeto ya presente en el verbo una etiqueta que precisa su identidad: “él camina, sc., el amo”.

Sujeto y verbo conciertan necesariamente en número y persona.

Vocativo

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Es el “caso que sirve para llamar” y caracteriza a los nombres usados en función apelativa, para atraer la atención del interlocutor sobre el enunciado que se le dirige. Solo tiene forma propia en el singular de la segunda declinación.

Acusativo

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Es el morfema que caracteriza las unidades lingüísticas en la función de Complemento Directo.

Hay Complementos Directos externos, caracterizados por la desigualdad léxica entre verbo y nombre : “HACER TAPICES” y hay Acusativos Internos, cuando hay identidad léxica :

- Tejer tejidos - vivere vitam - servitutem servire

A veces la identidad no es literal y nos encontramos en acusativo, como Complemento Directo, un nombre que en realidad califica a un acusativo interno borrado:

- olere malitiam - vinum redolere

En realidad todo acusativo presenta algún rasgo de interioridad.

El Complemento Directo es el primer componente de una frase verbal, y el elemento que pasa al Sujeto Paciente, al pasar el verbo a voz pasiva.

En latín se expresa también en acusativo el Complemento Circunstancial de Lugar A Donde dependiente de un Verbo de Movimiento. Cuando es un nombre propio de ciudad, en acusativo solo, como si fuera un C-D., por que entre la noción verbal “movimiento” y el “nombre de ciudad” hay una cierta “interioridad”  : Romam ire. Cuando el complemento de lugar es un nombre común, en cambio, se construye con las preposiciones AD e IN, es decir aparece como término de estos directores (que se traducen “a” o “hacia”): AD INSULAM IRE / IN INSULAM IRE; AD PROVINCIAM IRE / IN PROVINCIAM IRE.

Genitivo

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Es el caso del Complemento del Nombre y se traduce con la preposición “DE” : Forma insulae, “ la forma de la isla”; filia feminae, “la hija de la mujer”. En realidad, es español, “de la isla”, “de la mujer” son frases preposicionales que funcionan como Modificadores del Núcleo de una Frase nominal :

F.N.= Det. ["la"]+ Nom.

Nom.= Nuc. ["forma"] + Mod.

Mod.= F. Prep.

F.Prep.= Dir. ["de"] + Term.

Term.= F.N.

F.N.= Det. ["la"]+ Nom. ["isla"]

Y, en latín, “insulae” y “feminae” son nombres en genitivo que funcionan como modificadores del otro nombre Núcleo:

...FN...........FN

../....\....../....\

Nuc Mod Nuc Mod

|......|......|......|

forma insulae filia feminae

Como la función de Modificador caracteriza a una clase de palabras propia, el Adjetivo, podemos decir que el Genitivo es un caso Adjetivo, transforma al Nombre en un Adjetivo.

La relación entre los significados del Nombre Núcleo y su Modificador en Genitivo permiten codificar varios tipos de Genitivo Adnominal:

(a) Genitivo Subjetivo y Objetivo (b) Genitivo Partitivo (c) Genitivo Explicativo (d) Genitivo de Cualidad

(a) Los genitivos Subjetivo y Objetivo representan respectivamente al Sujeto y al C.D. lógicos de la acción verbal implícita en el sustantivo al que determinan:

- Amor patriae : “El amor de la patria” (patria amat / patriam amat). - Timor feminae : “El miedo de la mujer” (femina timet / feminam timet)

(b) Los Genitivos Partitivos determinan con la idea del todo a un nombre que designa la parte:

- pars patriae.

(c) El Genitivo explicativo añade una precisión a un Nombre Núcleo de sentido más vago:

- Virtus sapientiae.

(d) El Genitivo de cualidad presenta un rasgo característico:

- Femina magnae sapientiae

Pero el Genitivo también puede aparecer como Complemento de Adjetivos (Modificador de Adjetivos Núcleo en frases adjetivas, en realidad su función no cambia) (en especial los que significan “conocimiento”, “participación”, “deseo” y los adjetivos memor e inmmemor “que recuerda / que no recuerda”:

- Gnarus grammaticae - Particeps sapientiae - Cupidus sapientiae - Inmemor patriae

También se construye habitualmente en genitivo el complemento de los verbos memini (recordar) y obliviscor (“olvidar”), pero solo estos: el Genitivo Adverbal no es un Complemento Productivo, es un residuo.

El Dativo.

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El Dativo es el caso en que aparecen los nombres que desempeñan la función de Complemento Indirecto, es decir, de Segundo complemento de verbos transitivos (que presentan ya C.D.), especialmente aquellos que expresan idea de Atribución: Dare, Mittere. Se traduce con las preposiciones “A” o “PARA”

- Pecuniam patriae das. - Filia epistulam feminae mittit.

También es el caso en que se expresa el único complemento de varios verbos intransitivos:

- servire, parere, cedere sapientiae.

Y, con el verbo ser, puede indicar posesión (traduciendose por “tener”):

- Est feminae filia. - Est patriae pecunia .

punto de vista:

- Incolae insula magna est. - feminae filia pulchra est.

E incluso finalidad:

- Feminae filia laetitiae est.

El Ablativo.

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El Ablativo es el caso del Complemento Circunstancial. Se considera, junto con el Dativo, un caso Adverbial. Él Ablativo latino resulta de la fusión (“sincretismo”) de tres casos indoeuropeos: un Ablativo propiamente dicho, que indicaba origen y funcionaba como CC de Donde, un Instrumental, que indicaba Compañía o Medio, y un Locativo que funcionaba como CC en Donde.

El Ablativo Separativo indica lugar desde donde o tiempo desde cuando, y se construye en latín con las preposiciones A / AB y E / EX. Pero con nombres de ciudad va solo, sin preposición. Se traduce con las preposiciónes DE / DESDE :

- Femina a patria venit. - Filia Roma venit. - Ab Iuventa.

El Ablativo Instrumental se traduce siempre con la preposición “CON”.

Pero en latín, si es nombre de persona (e indica compañía) lleva CUM

- Cum filia venit.

y, si es nombre de cosa, (e indica instrumento) va solo, sin preposición:

- Sapientia vincere.

El Ablativo Locativo indica localización en el espacio o en el tiempo . En español se traduce con la preposición “EN”. En latín, si es un nombre común, lleva IN, y, si es un nombre propio de ciudad, va solo:

- in aula magistra est. - in prima iuventa - Roma sumus.