Patología de la edificación/Instalaciones hidráulicas/Saneamiento/Prevencion
- Control de la ejecución de la red de evacuación
No sirve de nada, realizar un buen diseño de la instalación, unos cálculos perfectos y una correcta selección de materiales, si a la hora de llevarlo a la práctica , se hace sin la debida calidad.
- Cimentación: La red de poceria deberá ir a suficiente distancia de las zapatas para evitar que las posibles fugas provoquen problemas de estabilidad. Para evitar esta interdependencia ningún componente de la red horizontal enterrada deberá quedar dentro de la zona de influencia de la zapata ni dentro del bulbo de presiones de la misma.
- Una muy buena solución para mitigar en la red los efectos de los asientos del edificio es practicar una entrega elástica de la bajante a la arqueta, mediante contratubo y relleno de masilla asfáltica.
- Elementos resistentes: Es importante que la red de desagüe pueda apoyarse en ciertos puntos de elementos primarios, pero de forma que esta fijación no impida los movimientos independientes entre éstos y aquélla.
- Correcta disposición de los aparatos sanitarios en los cuartos húmedos
Se debe tener en cuenta al seleccionar los aparatos sanitarios, el espacio disponible para que su uso sea cómodo para la función que debe cumplir casa uno. Por el tipo de fluido que conducen las bajantes, es necesario que los desagües sean los más cortos y directos ( a una distancia máxima de un metro en el caso de inodoros).
- Aislamiento efectivo entre la red de desagües y los espacios habitados mediante la correcta disposición de cierres hidráulicos y el correcto sellado de los elementos de la red de saneamiento.
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- En el caso de los botes sifónicos, no es aconsejable la instalación de sifones en serie, y el ramal de desagüe que va desde el sifón hasta la bajante, no debe tener un diámetro superior al de la tubería de entrada mayor, para evitar ruidos.
- No debe utilizarse en aparatos que desaguan por bomba, como lavavajillas o lavadoras, para evitar rebosamientos del sifón.
- Las bajantes deben diseñarse de forma que conserven su verticalidad y sección en todo su recorrido, evitando los cambios de dirección y tramos en horizontal, para no provocar obstrucciones y la formación de zonas con depresiones y sobrepresiones.
- Alrededor de las tuberías deben preverse espacios suficientes para su posible reparación posterior.
- Deberá sujetarse cada tubo, mediante las abrazaderas que existen para ello, no permitiéndose como podemos observar en la foto la utilización de pegotes de cemento o yeso para este fin.
- Las bajantes situadas en fachadas deberán incorporar las piezas que permitan la dilatación del material, teniéndose en cuenta la diferencia de la temperatura en ese momento y la de la estación del año contraria, ya que puede ser muy elevada.
- Para las uniones de tubos entre sí, y de estos con injertos, sólo se admitirán productos que mantengan sus propiedades con el tiempo, pues en caso contrario, al resecarse dejarán de ser estancas primero a los olores y después a los líquidos.
- Pueden producirse condensaciones en las paredes exteriores de los conductos, por eso las bajantes deben situarse en mochetas o patinillos ventilados y las de pluviales en el exterior. Deben aislarse térmicamente de las conducciones interiores de agua caliente o bien permitir que las condensaciones escurran por las paredes de los conductos con dispositivos que eviten su llegada a los elementos constructivos.
- Prevención de ruidos y vibraciones:
- Velocidades elevadas en la red. Se debe diseñar correctamente la instalación con las secciones suficientes para evitas velocidades altas.
- Golpes de ariete. Para evitar este problema deben instalarse compensadores en el final de las ascendentes, no siendo a la larga efectivos, los apéndices de mayor sección que se colocan en ocasiones, al acabar diluyéndose el aire que contienen en el agua, con el paso del tiempo.
- Vibración de motores de la misma red. Colocación de bancadas con soportes antivibratorios.
- Deficiente ventilación de la red. Ronquidos debidos a aspiraciones y gorgoteos producidos por compresiones en los sifones. Será necesario prever de una ventilación adecuada primaria y secundaria si es necesario.
- Ruidos en bajadas y desagües colgados. Más difíciles de eliminar, se recurre al aislamiento del elemento, como se observa en la fotografia.
- Prevención de ruidos y vibraciones:
- Red horizontal de saneamiento: En los extremos de la red, en tramos de gran longitud y en los cambios de dirección , deben instalarse registros, e incluso una entrada de agua a presión para poder barrer periódicamente la instalación.
- Cuando sea inevitable la colocación de desvíos, estos se sujetarán con soportes adecuados dependiendo del material que se esté usando (plomo,PVC, fibrocemento,...) y con una pendiente que asegure la correcta circulación de bajada.
- Funcionamiento hidráulico-aeráulico.
Se considerar el efecto "pistón" que originan en su caída las aguas de los bajantes, aún cuando éstos estén comunicados con la atmósfera por sus extremos. En efecto : las aguas en su descenso van precedidas por una sobrepresión en el bajante seguidas de una depresión tras su paso (fig. 11); y ello puede afectar a los cierres hidráulicos de la siguiente manera:
-Las sobrepresiones mueven los cierres hidráulicos, impulsándolos hacia el interior e introducen, como consecuencia de tal desplazamiento, o mediante burbujas, gases mefíticos en los aparatos.
-Las depresiones succionan el agua de los cierres hidráulicas, destruyéndolos.
Para conjurar tales indeseados efectos se debe disponer de una serie de comunicaciones con el aire exterior que pasamos a describir:
Ventilación primaria.- Todo bajante y/o desagüe de inodoro debe prolongarse hasta la azotea, tanto para facilitar el buen descenso del líquido como para evitar tras su paso, succiones sobre los cierres hidraúlicos de los aparatos que encuentre a su paso.
Ventilación Secundaria.- Los bajantes van acompañados, normalmente, de un tubo paralelo con el que comunican, al menos, por su parte inferior y por su parte superior formando circuíto; tal tubo se denomina ventilación secundaria.
Ventilación terciarias.- Las ventilaciones terciarias se interponen entre los pistones hidraúlicos y los cierres hidraúlicos, liberando a estos últimos de las consiguientes sobrepresiones y depresiones. Tales ventilaciones acometen a la ventilación secundaria formándose en toda la altura del edificio minicircuitos disipadores de las presiones ocasionadas por las diversas descargas que descienden por los bajantes.
El conjunto adoptaría una disposición "clásica", similar a la que se indica en el esquema de la fig. 12
- Recomendaciones sobre la ventilación de la red de desagües:
- Establecer ventilaciones primaria secundaria y terciaria a partir de edificios de 3 plantas. La tubería paralela a la bajante de ventilación secundaria se conectará como mínimo en la planta más alta y en la entrega al albañal. En edificios de muchas alturas, o de mayor calidad se conectará en cada planta o en cada 2 o 3 plantas.
- Los sifones de los aparatos con recipientes contenedores de agua dispondrán de ventilación terciaria. En caso contrario estarán próximos al bajante, conectando al mismo sobre la línea del cierre hidraúlico de sus sifones para evitar el autosifonamiento.
- Conectar la ventilación terciaria en los edificios de 2 plantas directamente a la ventilación primaria.
- Cuando se utiliza ventilación primaria solamente, podría ser aconsejable añadir un conducto de ventilación al final de la red de desagües del edificio, que sobresalga por encima de la cubierta. A este elemento se le denomina Ventosa final.
Prevención de sifonado de los cierres hidráulicos. La función de los cierres hidráulicos, puede ser anulada por el fenómeno de sifonado. La altura de estos cierres hidráulicos será tal que no puedan producirse succiones o depresiones importantes que provoquen desifonamiento. Como vemos en la fig. 4 como, al llenarse el conducto de agua, se produce el fenómeno de sifonado en un cierre hidráulico en "S" entre los puntos A y B, con la consiguiente destrucción del cierre hidráulico.
Las soluciones a este problema consisten en :
a) Sobredimensionar el conducto para que el agua no descienda a sección llena; cuestión antieconómica y problemática con recipientes de gran concavidad.
b) Colocar el punto B más alto que el A (fig. 5), cuestión no siempre viable constructivamente.
c) Por último, proceder a la ruptura del sifonado mediante la llamada "ventilación terciaria" (fig. 6).
Dicha ventilación se ejecuta con o igual al del conducto; asimismo es aconsejable situarla por encima de la pendiente hidráulica para evitar su obstrucción por suciedad.
Otras normas para el buen funcionamiento del sistema son las siguientes :
-Altura mínima del cierre hidráulico : 5 cms.
-0 mínimo del sifón y desagüe : 2,5 cms.
-Registro en todos los sistemas de cierres hidráulicos.