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Tecnologías de la Información y la Comunicación en la educación formal/Incorporación de las TIC en la educación/Cambios en las prácticas educativas con la incorporación de las TIC

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Las TIC desde su llegada han causado cambios en la sociedad, por lo tanto estos cambios debían generarse en la educación en el momento en que estas se utilizan en las aulas escolares. Los cambios han sido evidentes y diversos, que van de los mínimos a los mayores cambios. Dentro de tales cambios se encuentra en un primer momento la modificación de las formas de interacción, que a su vez, de acuerdo a Cabero, [1] el cambio en los estilos de comprensión, procesamiento y análisis del mundo que nos rodea. Lo que conlleva a un cambio significativo en competencias y capacidades cognitivas, puesto que no existen similitudes entre el hombre de la cultura oral, que él de la impresa ni tampoco del hombre de la cultura de los medios de comunicación de masa, que el actual hombre de la cultura de Internet [2]. En cada una de estas etapas en la cultura se desarrollan ciertas habilidades y competencias acordes al momento en el que se está desarrollando el ser humano.

Por consiguiente si existe un cambio en la interacción, esto trae consigo un cambio en los roles de los actores educativos, ya que en el caso del profesor se pasa del rol de transmisor de la información a diseñadores de entornos mediados por el aprendizaje con TIC; en el caso de los alumnos pasan de receptores pasivos de la información a activos en la construcción de su conocimiento [3]. Tal cambio solo se logrará si las TIC se implementan de manera correcta creando nuevos escenarios de aprendizaje que las incluyan, y no caer en el error de reproducir anteriores prácticas educativas. Es decir, a lo que Garzon y Figueroa [4] nombran como cambios metodológicos, mencionando que si bien las TIC permiten reproducir de alguna forma los modelos clásicos y en algunos casos puede entenderse que esta sea la opción <<adecuada>> (la adecuada combinación de elementos tecnológicos, pedagógicos y organizativos).

Aunado a los cambios metodológicos, se encuentran los cambios en las estrategias didácticas de los profesores, en los sistemas de comunicación y distribución de los materiales de aprendizaje [5] que a la vez impactan en la sinergia, en la cual de acuerdo a Castro, Guzmán y Casado, [6] se logrará si los cambios se producen desde las políticas del Estado y de las instituciones que proporcionen el marco legal y el basamento fundamental para la incorporación real de las TIC dentro de las aulas de clases y el currículo respectivo. Uno de esos cambios es la real articulación e integración dinámica y sistémica para así dar respuestas, en forma permanente a las necesidades educativas de la sociedad.

Los cambios anteriormente mencionados que se han producido en las prácticas escolares, direccionan a un cambio mayor en la educación, el cual se dirige, según Contreras y Gómez [7] a desaparecen las distinciones entre educación a distancia y presencial, donde se transforman los roles dentro de la comunidad educativa; y surgen nuevas oportunidades para la creación de redes estudiantiles y construcción de espacio de pensamiento colectivo, acceso a pares para socialización e intercambios ocasionales. En consecuencia, el reto es generar nuevos entornos intencionales de aprendizaje que conecten a estudiantes y docentes entre sí.

La educación virtual o en línea es definida por El Ministerio de Educación como: Una modalidad de la educación a distancia; que implica una nueva visión de las exigencias del entorno económico, social y político, así como de las relaciones pedagógicas y de las TIC. No se trata simplemente de una forma singular de hacer llegar la información a lugares distantes, sino que es toda una perspectiva pedagógica.” [8]

En este nuevo contexto virtual, nombrado por Garza [9] “como un cambio en el significado de sus experiencias” ya que el medio, la plataforma de Internet y los espacios electrónicos en los que armonizan los alumnos y el profesor se convierte en el ambiente, que emula la interacción que tiene lugar en el aula presencial pues busca la generación de aprendizajes.

Por tal motivo el aprendizaje no puede permanecer inmutable, es entonces que este cambia a un aprendizaje electrónico en el cual no solo es acceder a la información y distribuir el conocimiento. Por el contrario, implica entender la educación como un proceso individual y colectivo, y la tecnología como un conjunto de instrumentos y procedimientos que crea nuevos espacios de interacción, procesos de organización y modelos de gestión al interior de la institución (Lara & Duart, 2005, citado en Palacio, et al, 2015) que posibilita el establecimiento de nuevas relaciones que dan origen al aprendizaje Web 2.0, tal como lo plantea el conectivismo [10]

Para este tipo de educación virtual existe una clasificación de modalidades las cuales son: presencial con elementos virtuales, presencial con programas en ambas modalidades, presencial ofertando cursos virtuales, y completamente virtuales [11]

Finalmente, al cambiar el aprendizaje se da la posibilidad de que los individuos puedan aprender con flexibilidad en tiempo y momento sin la necesidad de acudir presencialmente a un espacio académico, tal motivo puede ocasionar la desaparición de estos, para lo que Cervera [12] determina que el centro educativo sólo mantendrá su primacía en el acto de enseñar si es capaz de:

  • Establecer buenos canales de comunicación con alumnos, padres, administración, sociedad; evidentemente utilizando las TIC.
  • Generar espacios de enseñanza-aprendizaje alternativos, propios y compartidos, utilizando las nuevas dimensiones de la tecnología.
  • Ser capaz de pasar del transmitir información a ser la principal gestora del conocimiento.
  1. (1998), citado en Cabero, J. (2000). La aplicación de las TIC ¿esnobismo o necesidad educativa? Revista de Tecnologías de la Información y Comunicación Educativas, (1), 1-15. Recuperado de: http://reddigital.cnice.mecd.es/1/cabero/01cabero.html
  2. (Avedaño, 2007, citado en Ibídem, 2000)
  3. Ibídem, 2000
  4. Gazón, M y Figueroa, D. (2015). Internet y su impacto en la enseñanza y aprendizaje. Alternativas, 16(1), 61-68.
  5. Riveros,V. y Mndoza, M. (2005). Bases teóricas para el uso de las TIC en Educación. Encuentro educacional, 12(3),315-336. Recuperado de: http://tic-apure2008.webcindario.com/TIC_VE3.pdf
  6. Castro, S., Guzmán, B. y Casado, D. (2007). Las TIC en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Laurus Revista de Educación, 13 (23), 213-234. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=76102311
  7. Contreras, F. y Gómez, M. (2017). Apropiación tecnológica para la incorporación efectiva de recursos educativos abiertos. Revista de Innovación Educativa, 9(1), 32-49. Recuperado de: http://www.udgvirtual.udg.mx/apertura/index.php/apertura/article/view/1028/646
  8. (Ministerio de Educación Nacional, 2009, citado en Palacios, J., Rodríguez, J. y Forero, D. (2015). Educación y campus virtual, nuevos escenarios de formación. Revista Científica, 22, 97-110. Recuperado de: http://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/revcie/article/view/8339
  9. (2001, citado Ibídem , 2007)
  10. (Sobrino, 2011, citado en Ibídem , 2015).
  11. Ibídem, 2015.
  12. Cervera, M. (2002). El nuevo rol del profesor en entornos tecnológicos. Acción Pedagógica, 11 (1), 48-59. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2973102