Desarrollar estilo de juego personal (técnica y táctica). Mucha atención al timming de la técnica.
Trabajo muy importante de piernas (desplazamientos en todas direcciones, dar un paso adelante contra la pelota, posición del cuerpo, equilibrio, apoyo de los pies).
Servicio/resto: Calidad, variación, colocación, creatividad. Con o sin efecto.
Equilibrio entre juego con iniciativa y contra iniciativa (controlar, contraatacar encima de la mesa).
Dominar el juego de la media distancia (defensa cortada, contratopspin, globos, etc.).
Saber hacer todos los golpes sobre todo tipo de pelotas de distinta naturaleza.
Capacidad para jugar al cuerpo y a los “ángulos pequeños”.
Cada jugador, como hemos visto anteriormente, tiene que realizar correctamente los básicos de la técnica, pero al mismo tiempo, desarrollar una técnica personal con la que se siente cómodo y seguro. Pero además de los básicos de la técnica, es muy importante que se tenga en cuenta el timming del golpe, que es la sinronización el ritmo entre la raqueta y la pelota.
Para tener un buen timming hace falta:
Siempre tener la pala en posición neutra entre golpe y golpe (para no llegar tarde al siguiente golpe).
Capacidad del jugador para jugar a una alta frecuencia gestual. Esto se puede trabajar con multi-ball (ejercicios regulares e irregulares), jugando en velocidad más alta de lo normal.
Saber leer y anticipar a donde va a ir la pelota, y asi poder estar preparado para golpearla.
En general, Siempre preparados para jugar una pelota que nos va a venir muy rápida y profunda (¡atención a estar siempre un poco separado de la mesa!), y si al final la pelota viene más lenta, nosotros vamos más lentos y esperamos a que nos llegue la pelota para ejecutar el golpe con el timming correcto.
Saber jugar (y entrenar) con buen timming pelotas jugadas a bote-pronto, en el punto alto y cuando están bajando.
Normalmente, las faltas de timming son por culpa de llegar tarde a la pelota por culpa de no estar preparado, y al ir forzado el jugador va muy precipitado y falla. En definitiva, es una cuestión mental de ir rápido a por el siguiente golpe, estar esperándolo, y luego, tener atención en tocar la pelota en el momento justo sin precipitarse.