La nata montada es muy útil en repostería, para hacer pasteles y tartas, o incluso para añadirlas a postres como las fresas. Montar la nata es complicado: aunque se trate solamente de batir la nata, ésta debe tomar consistencia y antes lo hará si se hace bien. Es costoso porque cansa hacerlo a mano, sobre todo cuando está casi lista. No estaría mal hacerlo entre varias personas para turnarse.
TRUCO:Usar un recipiente grande, preferiblemente metálico y bien frío (que haya estado unas horas en el congelador). Incluso es recomendable poner otro recipiente abajo con hielo para mantener mas baja la temperatura aún. También se recomienda enfriar previamente las varillas de la batidora en el congelador.
Con unas varillas se debe batir la nata líquida intentando conseguir una emulsión, es decir, no se trata de remover la nata sino agitarla dando vueltas con la varilla. La emulsión se consigue tomando aire del exterior, por lo que las varillas deben entrar y salir de la nata constantemente.
Conseguir eficazmente la emulsión es difícil, para ello:
Bate sin hacer pausas siempre en el mismo sentido y siempre a velocidad baja.
Nunca añadas el azúcar al principio, hazlo cuando estés casi terminando.
Es recomendable un recipiente grande para poder agitar cómodamente la nata, incluso inclinándolo para conseguir bien la emulsión, haciendo entrar y salir las varillas en cada vuelta.