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Patología de la edificación/Fachadas/Humedades/Reparación y prevención

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4. REPARACIÓN Y PREVENCIÓN


4.1. HUMEDAD DE OBRA: en la reparación de la humedad de obra se deberá proceder al secado adecuado del cerramiento hasta alcanzar su “equilibrio” y se deberá reponer el acabado.
4.1.1. Secado: Puede ser natural o artificial. Debemos analizar la necesidad de eliminar (picando la pintura o levantando el alicatado, por ejemplo) o no el acabado, que supone una barrera a la salida de la humedad. Habrá que decidir el tipo de secado a usar, para lo que tenemos considerar:
- El grado de humedad existente.
- El tiempo de que disponemos.
- El ambiente climático.
- Los medios económicos disponibles.
El tipo de secado podrá ser:
a) AIREACIÓN NATURAL: la cual facilitamos realizando una serie de agujeros uniformemente distribuidos en la zona húmeda, con los cuales aumenta la superficie de evaporación y la aproxima al núcleo del elemento, donde suele estar más concentrada la humedad. Si la aireación es temporal, basta con el orificio practicado directamente, que después se cubre al rehacer el acabado. Si se pretende dejar la aireación permanente deberemos introducir unos tubos perforados que permitan el secado continuo.


b) SECADO ARTIFICIAL: pretende conseguir la extracción acelerada de la humedad. Existen varios procedimientos, de los cuales los más corrientes son:
- Los calefactores: que proyectan aire caliente sobre la superficie del cerramiento.
- Los deshumidificadores: que absorben la humedad.
- La electroósmosis: que evita el ascenso de agua de capilaridad y elimina la humedad a base de hacerla pasar a otro elemento en contacto con nuestro cerramiento, normalmente el terreno próximo, mediante la creación de una “pila electroosmótica”.


4.1.2. Acabado definitivo: una vez eliminada la causa de la lesión, podemos proceder a la corrección del efecto. Habrá que aplicar el nuevo acabado obedeciendo a las normas de su correcta ejecución.
La prevención consistirá en asegurarnos de que el cerramiento en cuestión está suficientemente seco cuando vayamos a aplicarle el acabado correspondiente.


4.2. HUMEDAD POR FILTRACIÓN: La diagnosis no suele oponer dudas, mientras que la reparación se enfoca generalmente hacia la impermeabilización y el correcto drenaje del agua. Si la albardilla de mortero presenta erosión, será necesario rehacerla, adoptando las pendientes adecuadas, o sustituirla por otra de material impermeable y con suficiente vuelo por ambos lados.
Si se trata de albardillas de elementos prefabricados con vuelo insuficiente y sin goterón, la filtración se produce normalmente por las juntas, las posibles perforaciones o el borde. La mejor solución es reponerlas, pero si las piezas están en buen estado, con vuelo y pendientes correctas, pueden retacarse las juntas con mortero de cemento, expansivo o de resinas, o bien sellarse con productos elastómeros. Siempre puede resultar conveniente colocar una nueva albardilla de chapa metálica directamente sobre la existente.
La forma de combatir la filtración está siempre en función de la causa. Si se trata únicamente de la propia porosidad del material, la solución es aplicar un acabado impermeabilizante, que deje respirar al cerramiento. Puede ser una pintura hidrófuga de poro abierto, pero también un aplacado con chapas metálicas o fibrocemento, alicatados y chapados de piedra, o un simple enfoscado o revoco de carácter hidrófugo. En el caso de los diedros horizontales en fachada, como primera medida terapéutica, hay que proceder al sellado de las juntas, siempre que el elemento horizontal se encuentre en buenas condiciones. De lo contrario, habrá que demoler y reponer de nuevo. Siempre deberemos también provocar o incrementar la pendiente, normalmente incluyendo un elemento impermeable tipo “semialbardilla”.
Los balcones con peto de obra necesitan un sistema de desagüe y una impermeabilización de la base de los muros, hasta el nivel que pudiese alcanzar el agua (por lo menos 15 cm.). Además, es necesario prever un sistema de drenaje, dando continuidad al material impermeable con la boca del tubo drenante, de manera que en su encuentro no se puedan producir filtraciones. La introducción de una cazoleta de sumidero, entre el pavimento y la gárgola, es una solución adecuada para estos casos.


4.3. HUMEDAD CAPILAR:
4.3.1. Humedad del suelo
La capilaridad se erradica en origen por medio de dos técnicas, el drenaje y la creación de barreras impermeables. Ambas requieren operaciones bastante complejas, pero se manifiestan muy eficaces en el cometido de eliminar la humedad:
4.3.1.1. DRENAJE:
Consiste en alejar el agua de la base del cerramiento por medio de diferentes procedimientos que enumeramos a continuación. Todos estos sistemas se manifiestan eficaces cuando el nivel de la capa freática es inferior a la cota más baja de la cimentación. Por debajo del nivel freático, la presión del agua impide su evacuación por gravedad.
Tipos de drenaje:
-Cuña drenante: se excavan cuñas adosadas a la base del muro y realizadas mediante bataches alternados, con el objeto de no provocar asientos puntuales, de una profundidad tal que se alcance el suelo sobre el que reposa la cimentación. En su fondo, se coloca una tubería de hormigón o plástico. Esta tubería recoge las aguas lo más abajo posible (unos 15 cm. por debajo de la base) y las canaliza a puntos concretos hasta enviarlas a la red de saneamiento o a un pozo muerto.

Deberá compactarse bien la zona rellenada. Esta solución requiere poder actuar desde el exterior y en todo el frente.

-Ataguías: separadas de la base y con una profundidad que estará en función de las de la cimentación del edificio y de la presión de las aguas a atajar.

Se usa para casos de corrientes freáticas del agua y puede ser: tablestacas adosadas de madera, piezas metálicas, zanjas lineales rellenas de material suelto y tubos que conducen el agua hasta la red de saneamiento. Se intenta descender el nivel del agua hasta por debajo de la cimentación, para evitar el contacto entre ambas.

-Pozos drenantes: constituyen una red que hace que el nivel descienda lo suficiente para evitar el contacto con la cimentación.
-Drenaje eléctrico: se trata de drenajes lineales, colocados normalmente en el arranque de los muros, que establecen una corriente eléctrica entre éste y el terreno en contacto, con polo negativo en el muro y positivo en la tierra, obligando al agua, como elemento conductor que es, a descender.
-Aireación por puntos: se introducen unos tubos perforados en la base del muro, que facilitan la aireación interior del cerramiento. Pueden ser cerámicos o de material plástico.
4.3.1.2. BARRERA IMPERMEABLE:
Se trata de interponer una barrera entre el agua y el elemento constructivo. En esta solución, se ha de proceder a realizar actuaciones destructivas.
- Lámina impermeable: se introduce en la base del muro. Las plásticas pueden ser bituminosas o de P.V.C. Las metálicas serán de materiales inoxidables.
- Inyecciones: la lámina puede sustituirse por una inyección de mortero y resina de poliéster o de resinas epoxi. Con ello conseguimos dificultar la ascensión del agua mediante dos sistemas básicamente:
a) Obstrucción de los poros: persigue la reducción de la abertura de los mismos por debajo de las 0,010 micras hasta conseguir anular la ascensión. Se puede conseguir utilizando “mineralizadores” o prepolímeros de isociananto.
b) Hidrofugación: emplea líquidos a base de siliconas diluidas en disolventes orgánicos, también siloxanos.


- Hidrofugación superficial: a base de morteros especiales de fraguado rápido. No evita la capilaridad propiamente dicha, sino que evita que la humedad salga al exterior por la superficie tratada.
4.3.1.3. VENTILACIÓN Y OCULTACIÓN:
La unión de los factores ventilación y ocultación ha inducido a la construcción de “cámaras ventiladas”, que en los cerramientos debe disponerse en todo el paramento horizontal con las siguientes características: cámara de aire continua, con rejillas de ventilación superiores e inferiores, con canaleta de recogida de aguas en la base y con ausencia de yeso.


4.3.2. Capilaridad en plataformas horizontales de fachada.


En los casos de microcapilaridad o humedad capilar producida por plataformas horizontales de fachada, la reparación consiste en impedir que la humedad llegue al arranque del paramento horizontal, para ello tenemos tres vías:
- Aumentar la inclinación de la plataforma hacia el exterior.
- Establecer un pequeño escalón impermeable.
- Colocar rodapié.


Como medidas preventivas debemos adoptar todas aquellas que resulten posibles durante la ejecución y que nos prevengan la aparición de la lesión, de acuerdo con lo visto en las líneas superiores.


4.4. HUMEDADES DE CONDENSACIÓN:
4.4.1. Eliminación de las causas:
4.4.1.1. DE LA CONDENSACIÓN SUPERFICIAL INTERIOR
Aparecen dos líneas distintas de actuación:
a) Para evitar que no haya condensación: impedimos que se alcance la temperatura de rocío sobre la pared.:
- Aumentamos la temperatura superficial interior del cerramiento.
- Disminuimos la presión de vapor de agua del local.
b) Preparar la superficie del cerramiento para la posible condensación. Se trata de disponer de una superficie pulida e impermeable que no se vea afectada por el agua que se condensa sobre ella y que permita su secado y limpieza con relativa facilidad. Si el local lo admite, procederemos a impermeabilizar su superficie mediante la aplicación de un acabado pulido.


4.4.1.2. DE LA CONDENSACIÓN INTERSTICIAL
La actuación consiste en evitar que se alcance la temperatura de rocío en ningún punto del cerramiento. Tenemos tres posibilidades para ello:
a) Aumentar la temperatura general en el interior de la sección del cerramiento. Habrá que anular los puentes térmicos.
b) Disminuir la temperatura de rocío en la misma sección. Se podrá utilizar una barrera de vapor. En el caso de la condensación sobre tubería empotrada, habrá que protegerla con coquilla de espuma plástica o de fibra de vidrio, con barrera de vapor exterior, y volver a tapar.
c) Disipar el vapor de agua dentro del cerramiento hacia el exterior donde se produce la condensación. Para ello introducimos una cámara de aire en el interior del cerramiento, ventilada hacia el exterior (fachadas y cubiertas ventiladas).


4.4.1.3. DE LA CONDENSACIÓN HIGROSCÓPICA
Habrá que deshacerse de las sales higroscópicas contenidas en el acabado del cerramiento. Para ello:
a) Eliminamos la capa de revoco que aloja las sales a base de una demolición y saneado.
b) Procederemos a base de algún sistema controlado de humedecer el revoco para disolver las sales higroscópicas.


4.5. HUMEDADES ACCIDENTALES:


4.5.1. Eliminación de las causas.
4.5.1.1. ROTURA POR SOBRETENSIÓN.
Si los conductos no ha sido colocados con la holgura suficiente para su correcta dilatación y contracción, habrá que introducirla una vez cambiada la pieza rota. La introducción de holgura es fundamental en el encuentro con elementos estructurales y en todo tipo de quiebros y piezas de encuentro de varias líneas.


4.5.1.2. ROTURA POR ACCIÓN MECÁNICA.
Se trata de evitar la acción directa de los movimientos de la obra sobre el conducto. Habrá que proteger mediante elementos rígidos y protecciones metálicas.


4.5.1.3. POR CORROSIÓN.
Se debe efectuar un estudio concreto de la causa de la corrosión:
- Si se trata de un problema de constitución de la propia tubería, habrá q cambiar todos los conductos que estén en la misma situación.
- Si el problema está en la aparición de un par galvánico, habrá que introducir un manguito aislante entre los dos elementos que lo forman.
- Si la corrosión aparece por la superficie exterior del conducto por acumulación de humedad, se procederá a la limpieza total de la superficie e independencia de toda la tubería de dichos ataques mediante su protección con coquillas.



HUMEDADES